La historia del Migrator

Todos los pingüinos en la isla conocen la gran nave que está anclada en el Paseo del Faro, donde más de uno ha protagonizado épicas batallas con espadas y que gracias a ella llegamos a la isla. 

Mira este post que el Capitán Rockhopper nos trae 

¡A bordo, marinero!

Acerquen una silla, y les contaré acerca de mi más grande tesoro: ¡el Migrator!

El barco me ha acompañado casi tanto como mi bARRba, que, casualmente, es uno de mis tesoros favoritos. Juntos hemos combatido un calamar gigante, descubierto nuevas tierras, y superado una banda de cangrejos enojados. (¿Pueden imaginarse si los cangrejos hubieran capturado el Migrator? Esos villanos son marineros horribles: ¡lo hubieran hundido hasta el fondo del mARR!).

Y bueno, puede que el Migrator no sea perfecto. Se estrella contra rocas incluso cuando lo piloto para que las evite. Pero no lo reemplazaría por ningún otro buque. Después de todo, lo construí cuando era un joven grumete, junto con los dos únicos piratas que, quizá, hayan sido más legendarios que yo. Cada vez que observo el Migrator, no puedo evitARR pensar en ellos. Y bueno, eso es un gran tesoro que conservARR.